Han pasado más de nueve meses tras la muerte de Felipe Edimburgo pero su figura sigue muy presente. A la reina Isabel II del Reino Unido sus familiares les gusta recordarle y ha sido su hijo mayor, Carlos de Gales, quien hace un tiempo contó la divertida respuesta que le dio en la que fue su última conversación con él.
El principe Felipe falleció a los 99 años rodeado de la familia real británica tras sufrir diversos percances de salud que le habían llevado al hospital. El duque de Edimburgo tuvo una vida larga llena de aventuras y se ganó el afecto tanto de sus cuatro hijos y de todos sus nietos como el de sus súbditos.
El esposo de la reina Isabel II del Reino Unido mantenía muy buena relaxation con su primogénito, el principe Carlos, y con los hijos que este tuvo con Diana de Gales, Guillermo y Enrique. Este último viajó a Londres para asistir al funeral de su abuelo a pesar de la pandemia y la mala relación familiar.
La última broma
Queriendo recordar a su padre, el Carlos de Gales reveló hace algún tiempo parte de la última conversación que tuvo con el el pasado 8 de abril, justo el día antes de que muriera, y ha dejado claro que el duque de Edimburgo conservó el buen humor hasta sus últimas días de vida.
Según el diario británico Daily Mail, el heredero al trono llamó por teléfono a su padre, que se encontraba en el castillo de Windsor, para hablar sobre las celebraciones por su cumpleaños número 100, algo que, de haber seguido con vida, se hubiese llevado a cabo en el mes de junio.
“Estamos hablando de tu cumpleaños”, dijo Carlos, consciente de que al príncipe Felipe no le gustaba la idea de un gran festejo cuando cumpliese cien años. Además, como sabía que era un poco sordo, tuvo que repetirle el planteamiento alzando la voz: “¡Estamos hablando de tu cumpleaños! ¡Y de si habrá recepción!”.
La respuesta del duque de Edimburgo fue sorprendente: “Bueno, tengo que estar vivo para eso, ¿no?”. Su hijo, que le conocía bien, respondió: “¡Sabía que dirías eso!”. Este es un fragmento de las últimas palabras que padre e hijo se dijeron horas antes de que el duque de Edimburgo falleciera.